Mientras en la Argentina se contiene la respiración para saber a cuánto se disparará la inflación de julio, en Brasil el índice de precios registró una deflación del 0,68% el mes pasado.

PUBLICIDAD

En junio pasado la inflación fue del 0,67% y en julio de 2021 había sido del 0,96%. El índice del mes pasado fue el menor desde 1980.

De esa manera, el índice de precios interanual en el país vecino retrocedió del 11,89% en junio al 10,07% en julio, con una desaceleración de los precios propiciada por la fuerte reducción del costo de los combustibles, según reveló el Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE).

El plan de Brasil para bajar la inflación

El fenómeno deflacionario en Brasil llegó de la mano de una pronunciada baja en el precio de los combustibles (-14,15%), en especial de la nafta, que cayó un 15,48%. Esta situación impulsó a la baja a todo el sector del transporte, aunque el diésel usado por los camioneros sí subió de precio.

Pero no solo el combustible contribuyó a la deflación de julio. La energía eléctrica residencial también reportó una disminución de 5,78% y empujó el índice de precios a la baja.

Brasil registró una deflación del 0,68% en julio (Foto: Telam)
Brasil registró una deflación del 0,68% en julio (Foto: Telam)

La reducción del precio de los combustibles siguió el camino de la caída del valor del crudo a nivel mundial. En este contexto, la empresa estatal Petrobrás rebajó el precio de venta en sus refinerías, algo que no ocurría desde hace muchísimo tiempo.

Pero no fue la única medida que ayudó a bajar el precio de la nafta. A fines de julio se promulgó una ley que rebajó un impuesto clave en la formación de los precios: el que grava la Circulación de Mercancías y Servicios (ICMS) y fija un techo en los tributos de los carburantes.

La deflación de julio alimenta las esperanzas de Jair Bolsonaro para las elecciones

La deflación alcanzada en julio llega en plena campaña electoral con vistas a las elecciones presidenciales del 2 de octubre en el que el opositor Luiz Lula da Silva es amplio favorito sobre el mandatario Jair Bolsonaro.

En la campaña oficialista recibieron el índice de julio como una muy buena noticia y esperan un nuevo impulso esta semana cuando empiecen a depositarse en las cuentas bancaria de más de 20 millones de brasileños la ayuda de 600 reales mensuales (118 dólares) aprobada el mes pasado por el gobierno. Pero esta ayuda estará vigente solo hasta fin de año, lo que provocó una andanada de críticas de la oposición que juzgó esta iniciativa como puramente electoralista.

Sin embargo, analistas vienen advirtiendo que la inflación tendrá un rebote en 2023 por el alza constante en el precio de los alimentos que en julio subió 1,3%. Según el último informe divulgado por el Banco Central, se espera que 2022 cierre con un índice de 7,11%.