En otro mensaje hacia el interior del Frente de Todos, el presidente Alberto Fernández pidió este miércoles “más unidad que nunca” y remarcó que, más allá de las diferencias, “primero está la gente”.

“El 25 de mayo de 1810 fue el comienzo del tránsito de la Argentina hacia su independencia y coincidió con el día en que llegamos con Néstor (Kirchner), allá por 2003. El mensaje para los argentinos es más unidad que nunca. Es un tiempo muy difícil en el mundo, tenemos que trabajar por la paz y voy a pedir por la paz a donde vaya. Es un tiempo de reencuentros y no podemos darnos el permiso de someter a la humanidad a más daños”, dijo el mandatario, minutos antes de asistir al Tedeum en la Catedral Metropolitana.

En declaraciones a los periodistas acreditados en Casa Rosada, el mandatario dijo que en “un mundo conmocionado, convulsionado y muy dañado”, se necesita “unir esfuerzos”. “La unidad depende de nosotros. Es una decisión individual de cada uno de nosotros. No quiero que piensen como yo, que cada uno piense como piense, pero primero, la gente”, subrayó el jefe de Estado.

Con referencias a la guerra en Ucrania y sus consecuencias en el resto del mundo, Fernández volvió a enviar un mensaje hacia el interior de una coalición sumergida en discusiones internas.

“Es un tiempo muy difícil en el mundo. Después de una pandemia que tanto dolor nos trajo, nos somete a una guerra cruenta que nadie hubiera querido. Tenemos que trabajar por la paz: voy a seguir trabajando, a donde vaya, para pedir por la paz en el mundo. Es un tiempo de reencuentro y no nos podemos dar el permiso de someter a la humanidad a más daño y más dificultades”, señaló el Presidente, quien recientemente regresó de una gira por Europa.

Este miércoles, el Jefe de Estado participó de su primer Tedeum como presidente. En sus dos primeros años como titular del Poder Ejecutivo, Fernández había participado de manera virtual por la pandemia de coronavirus.

El mandatario tenía planeado pasar el 25 de mayo en la Antártida, pero, finalmente, tuvo que cancelar el viaje por las malas condiciones climáticas.