Lo confirmó la Unidad Médica Presidencial. Fue llevado al Otamendi tras sufrir un dolor agudo en la espalda. Se le realizará una pequeña intervención en los próximos días.

Este martes por la tarde, el presidente, Alberto Fernández, fue trasladado al Sanatorio Otamendi. Según confirmó la Unidad Médica Presidencial, tiene una hernia de disco lumbar.

“Al señor Presidente de la Nación, Doctor D. Alberto Ángel Fernández, le realizaron los estudios correspondientes, evidenciándose una hernia de disco lumbar, por tal motivo se realizará un bloqueo radicular programada en 48 / 72 horas. Se le indica reposo y adecuar sus actividades en la residencia presidencial de Olivos”, explicó en un comunicado la Unidad médica.

El bloqueo radicular es una pequeña intervención localizada para aliviar y anestesiar el foco del dolor. Según pudo saber TN, el mandatario se realizó una serie de estudios y el próximo viernes se llevará adelante la intervención. Estuvo dolorido lunes y martes, aunque fue mejorando en las últimas horas.

A raíz de lo sucedido, no concurrirá a los actos en Chaco y Concordia que estaban previstos para los próximos días.

El presidente tiene una hernia de disco lumbar y deberá someterse a una intervención quirúrgica en los próximos días. 

Más temprano, el mandatario fue visto en sus redes sociales cuando oficializó la designación de Verónica Gómez, una abogada de su confianza y dirigente cercana al vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Olmos.

Además, el sábado pasado firmó en Luján el compromiso “Ni un pibe, ni una piba menos por la droga”, una campaña impulsada por la Federación de Hogares de Cristo que preside el cura José María “Pepe” Di Paola, donde participó de las celebraciones por los 10 años de pontificado del Papa Francisco. Allí indicó que Bergoglio es “el mayor líder moral y ético que el mundo tiene, que se animó a cuestionar el mundo financiero y capitalista”.

La salud de Alberto Fernández

La última vez que el jefe de Estado sufrió un episodio de salud fue en noviembre pasado, cuando fue evaluado por médicos tras sufrir un episodio de hipotensión y mareos previo al inicio de la Cumbre del G20 en Bali, Indonesia, y le diagnosticaron una gastritis erosiva con signos de sangrado.

En ese entonces, Alberto Fernández explicó que fue “una descompensación producto de una gastritis erosiva, que generó un sangrado y una baja de la presión importante”.

En una conferencia de prensa en Bali contó en ese momento que “para verificar exactamente el nivel de sangrado, nos trasladamos a un hospital de Bali al solo efecto de hacer una endoscopía”. “Fue un mal momento. Tuve un problema estomacal que arrastro desde hace varios años, pero que nunca se había manifestado con el sangrado”, confió.

A medidados de 2019, el Presidente también había sido internado en el Sanatorio Otamendi a partir de una tos persistente que lo mantuvo bajo observación.

En ese entonces, desde el sanatorio indicaron que había ingresado con un “cuadro de tos seca y dolor torácico”. Y advirtieron sobre sus antecedentes familiares. Además, se detalló que se detectó “una inflamación pleural que podría corresponder a una obstrucción arterial subsegmentaria”.