Presionado por la interna de la coalición gobernante, y luego de una comunicación telefónica con la vicepresidenta Cristina Kirchner, el mandatario se decidió por Silvina Batakis para ocupar el ministerio de Economía, vacante desde ayer por la renuncia de Martín Guzmán. El país registra una inflación anualizada de 60% y, pese a un estricto control de cambios, no consigue estabilizar sus reservas internacionales ni el precio del dólar.

El presidente de Argentina, Alberto Fernández, se tomó más de 24 horas en conseguir el reemplazo de Martín Guzmán al frente del Ministerio de Economía. Finalmente, y luego de una conversación telefónica con la vicepresidenta Cristina Kirchner, la elegida es Silvina Batakis, ex ministra de Economía de la Provincia de Buenos Aires.

La nueva ministra se encuentra con un complejo escenario macroeconómico cada vez más afectado por el ruido político que provocan las divisiones en el seno del frente oficialista.

De Río Grande, Tierra del Fuego, Batakis estudió economía en La Plata, vivió un tiempo en Chaco y, finalmente, recaló en la Ciudad de Buenos Aires. Hasta hoy, se desempeñaba como secretaria de Provincias del ministerio del Interior, cartera controlada por el kirchnerismo. De perfil bajo y abocada a la gestión, se hará cargo de un Ministerio en llamas.

Silvina Batakis

EL Gobierno argentino aún no confirmó si la nueva ministra jurará mañana o el martes. Se espera que se defina en las próximas horas ya que la Argentina estuvo más de 24 horas sin ministro de Economía.

Las diferencias entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner dilataron la decisión final y elanuncio oficial, que se terminó haciendo minutos antes de las 22, hora local, y luego de una extensa jornada de negociaciones.

De hecho, hasta último momento, el Gobierno argentino evaluaba declarar un feriado bancario este lunes como consecuencia de la falta de acuerdo para designar un ministro de Economía.

El ahora ex ministro de Economía, Martín Guzmán; la vicepresidenta Cristina Kirchner y el presidente Alberto Fernández

La interna

La renuncia de Guzmán se produjo tan solo un mes después de que Matías Kulfas, otro de los ministros cercanos al presidente y cuestionados por la vicepresidenta, dejara su cargo al frente de la cartera de Desarrollo Productivo -área clave para la política industrial- enfrentado con funcionarios que responden a Cristina Fernández. Guzmán presentó su renuncia con una larga carta al presidente Alberto Fernández, publicada en su cuenta de Twitter, en la cual enumera los desafíos y logros de su gestión sin enunciar los motivos de su dimisión.

De 39 años y considerado un brillante alumno del Nobel de Economía Joseph Stiglitz, en sus dos años y medio de gestión Guzmán logró renegociar una deuda de 66.000 millones de dólares con bonistas extranjeros y también la de 44.500 millones con el Fondo Monetario Internacional.

Pero esos logros -que evitaron la caída de Argentina en default- no han sido suficientes para devolver la confianza a una economía que registra una inflación anualizada de 60%, de las más altas del mundo, y que pese a un estricto control de cambios no consigue estabilizar sus reservas internacionales ni el precio del dólar.

La gestión de Guzmán era criticada por el kirchnerismo desde fines del año pasado, cuando en las legislativas de medio término el Frente de Todos perdió la mayoría en el Senado.

En particular, el kirchnerismo cuestiona la reducción del déficit fiscal para cumplir con las metas acordadas por Argentina con el FMI.

El acuerdo con el Fondo, sometido en marzo pasado a la aprobación del Parlamento, dividió a la coalición gobernante, con un sector de legisladors del oficialismo que se ausentó de la votación, entre ellos el diputado Máximo Kirchner, el hijo de la vicepresidenta. Finalmente, el acuerdo obtuvo la ratificación parlamentaria gracias al apoyo parcial del oficialismo y el que le dio la oposición de centro-derecha de Juntos por el Cambio.

Máximo Kirchner y, de fondo, Cristina Kirchner y Alberto Fernández (Imagen de archivo)

Hace apenas una semana, el FMI aprobó la primera revisión del programa de facilidades extendidas por unos 44.500 millones de dólares, correspondiente al primer trimestre de este año, y autorizó un desembolso de 4.010 millones para el país sudamericano.

Pero en los días siguientes hubo fuertes movimientos en los mercados, tanto de los bonos de deuda como del tipo de cambio paralelo -en Argentina hay un tipo de cambio oficial y uno paralelo o del dólar “blue”-, y el índice de riesgo país medido por la agencia JP Morgan superó los 2.500 puntos.

El presidente Fernández llegó a decir esta semana que la economía argentina enfrenta “una crisis de crecimiento”, a la que atribuyó la escasez de divisas.

En el primer trimestre el Producto Interno Bruto creció 6% interanual y el desempleo fue de 7%, con un índice de pobreza de 37%. Las reservas internacionales brutas se ubican en 42.471 millones de dólares, pero las netas son muy inferiores según los analistas.

Fuente: Infobae.