El hijo menor de Carlos III y su esposa fueron perseguidos por fotógrafos en Nueva York como eco del trágico accidente en París en el que murió Lady Di.

El príncipe Harry y su mujer, Meghan Markle, denunciaron este miércoles que fueron perseguidos durante dos horas por un grupo de paparazzis en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos. La situación casi termina de manera “catastrófica”, según un vocero de la pareja en referencia al accidente de 1997 en el que murió Lady Di.

La madre de Meghan, Doria Ragland, también viajaba en el vehículo, dijo el vocero en un comunicado enviado a la agencia de noticias AFP.

En el comunicado se informó que la persecución, que generó varias situaciones de riesgo para peatones y otros conductores, y que se extendió por más de dos horas porque los duques de Sussex estaban alojados en una vivienda particular y no querían que trascendiese su ubicación.

No se constataron daños personales ni detenidos por este incidente, pero tampoco hubo comentarios por parte de la Policía de Nueva York.

“Aunque ser un personaje público atrae cierto interés del público, no debería ser nunca a costa de la seguridad de nadie”, dijo el vocero en el comunicado, y añadió que “la difusión de estas imágenes, dada la forma en que se obtuvieron, fomenta una práctica altamente intrusiva que es peligrosa para todos los implicados”.

El príncipe Harry, de 38 años, y Meghan Markle, de 41, están radicados en Los Ángeles, en la costa oeste de los Estados Unidos, pero habían viajado a Nueva York para la ceremonia de la organización fundada por Gloria Steinem, Patricia Carbine, Letty Cottin Pogrebin y Marlo Thomas con el objetivo de destacar acciones de empoderamiento de las mujeres.

La ceremonia fue el primer evento público al que acudió la pareja desde la coronación de Carlos III, a la que asistió Harry pero no así la duquesa de Sussex ni los hijos de la pareja, Archie y Lilibet.

El acoso de la prensa hacia su familia es un tema especialmente delicado para el hijo menor del monarca del Reino Unido ya que recuerda al accidente de tránsito que le costó la vida a su madre, Lady Di, y que fue producto de la persecución de un grupo de paparazzis que buscaban una foto de la princesa de Gales con su entonces pareja, Dodi Al Fayed, quien también falleció en el siniestro.