En 1995 un niño llamado Andy Davis recibió un juguete por su cumpleaños: Buzz Lightyear, un astronauta de última generación que con sus luces de colores y elocuentes frases desplazaría poco a poco a su viejo juguete favorito, el vaquero Woody.

Lo que Andy no se imaginaba es que en su ausencia todos los juguetes de su habitación cobraban vida. Pero, a diferencia de sus compañeros, Buzz nunca se sintió un juguete y afirmaba que era un explorador espacial al que le había tocado una misión en un planeta desconocido. 

Casi tres décadas después podemos afirmar que Buzz tenía razón y tendremos la posibilidad de ver la película favorita de Andy, esa que inspiró al juguete que enamoró a generaciones de millennials en todo el mundo.

El 16 de junio del 2022 llega a los cines de Latinoamérica “Lightyear“, la película animada que reunió a Disney y Pixar para narrar las aventuras del comandante y héroe espacial que inspiraron a Buzz Lightyar, el juguete que junto a Woody protagonizó “Toy Story“.

“‘Lightyear’ es una excelente excusa para contar una historia de ciencia ficción que no tiene nada que ver con ‘Toy Story’ excepto porque es una de las películas que Andy amó cuando era niño. Para nosotros fue una excusa para hacer esa película de ficción que soñamos de niños”, aseguró Jeremy Lasky, director de fotografía de la película.

Buzz Lightyear, que este año cumplió 27 años, cambió de cara y voz para volver de la mano de una película que le habla a las nuevas generaciones. “Lightyear” se basa en el supuesto de imaginar cómo sería realmente el planeta en el que vivió Buzz, sus hazañas, sus miedos y sus sueños.

Cortesía prensa Disney

Con la voz de Chris Evans, “Lightyear” presenta al legendario Guardián Espacial en una aventura intergaláctica luego de un incidente en el que queda abandonado en un planeta hostil y lejano a 4.2 millones de años luz de la Tierra.

Buzz, intentará encontrar el camino de regreso a casa a través del espacio y el tiempo. A él se une un grupo de ambiciosos reclutas y su encantador gato robot, Sox. A pesar de sus esfuerzos la misión se ve amenazada con la llegada de Zurg y su ejército de robots.

Dirigida por Angus MacLane (codirector de “Buscando a Dory”) y producida por Galyn Susman (“Toy Story: Olvidados En El Tiempo”), “Lightyear” promete mostrar otra cara del juguete que marcó a varias generaciones y del que, hasta ahora, desconocíamos su origen.

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Para contar esta historia sus realizadores visitaron la NASA y crearon gráficos y escenas lo más reales posibles a lo que vive un verdadero astronauta en el espacio. Sin embargo, como en todas las películas de Pixar, el foco está puesto en sus personajes.

Lejos de recrear el espíritu de cómic de Buzz, el protagonista de “Lightyear” es un astronauta serio, decidido a salvar la tierra de un ejército de robots despiadados, así tenga que costarle decenas de viajes en el tiempo en los que sus amigos irán envejenciendo excepto él, que pasa la mayoría de sus días a 4.2 millones de años luz de distancia.

En cada vuelta a casa Lightyear se encontrará con un nuevo escenario que lo enfrentará a la angustia de despedirse de sus seres más queridos y la alegría de la llegada de otros nuevos. “Lightyear” alzará la bandera de la inclusión y la diversidad y mostrará una pareja homosexual e interracial que contrae matrimonio y tienen un hijo.

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“Toy Story”, un antes y después en el cine animado

“Toy Story” fue la primera en varios aspectos: el primer largometraje de Pixar y la primera película de la historia del cine en ser completamente animada con efectos digitales.

Lejos de ser una prueba piloto, el film dirigido por John Lasseter se convirtió en el faro de los films animados de la nueva generación, no solo por sus efectos visuales sino también por la profundidad de sus personajes y su narrativa.

Será por eso que 27 años después de su estreno en noviembre de 1995 “Toy Story” tuvo tres entregas más y todavía seguimos hablando de ella y de sus entrañables protagonistas: el malvado niño Sid Phillips, el Señor y la Señora Cara de Papa, el perro resorte Slinky, el dinosaurio Rex, la pastora Bo-Peep y otros de sus secuelas como la vaquera Jessie, el tenedor Forky o el villano osito de peluche Lotso.

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– Pasaron casi tres décadas del estreno de Toy Story y todavía hoy seguimos hablando de sus personajes, se hacen precuelas y secuelas. ¿Cómo explicarías el éxito que siginificó la película, no solo para el cine animado sino para el cine en general?.

Jeremy Lasky: Cuando se estrenó Toy Story, más allá de su riqueza visual, amé que se sentía como cualquier otra película, pero fresca y nueva, una forma de animación que nunca había visto antes. No solo en términos visuales sino en su historia y su sensibilidad. Sentí que estaba conectado con esos personajes, riendo, disfrutando su compañía, de una forma que no me había pasado con otros personajes animados.

Lo que me gusta de las buenas películas es que quiero pasar tiempo con sus personajes, es como estar con buenos amigos, pasamos un buen tiempo juntos y me gustaría verlos de nuevo. Y particularmente Buzz y Woody tienen una atracción que es lo que hace a estos films tan exitosos y que den ganas de verlo de nuevo.

– ¿Cómo crees que el cine animado se fue adaptando a los cambios de época y qué potencial le encontrás?

Jeremy Lasky: Las películas animadas no son diferentes a cualquier otro tipo de películas. La animación es simplemente un medio para reflejar el mundo alrededor y capturar la mirada del cineasta. Lo fascinante de la animación como medio es que cada día se vuelve más accesible, la tecnología se vuelve más barata y fácil para que más personas cuenten sus historias, como pasó con las cámaras fotográficas. Hoy se puede hacer una película animada sobre cualquier cosa, hasta un documental, una película para adultos, de eduación, ficción, romance. Captura la imaginación de las personas que quieren crear”, aseguró Lasky sobre el poder de la animación.