La “Ley de Equidad de Género en los precios de bienes de consumo” fue presentada por la senadora oficialista Nora Giménez. La iniciativa busca evitar la aplicación de lo que se ha denominado en el mundo como “impuesto rosa” o “pink tax”, es decir, el costo adicional que se le impone a algunos productos por estar destinados a mujeres.

Al presentar la iniciativa, Giménez expresó que “es una forma de ayudar, apoyar, mejorar la calidad de vida y, fundamentalmente, seguir por las huellas de la lucha por la equidad de género”. Además, la senadora destacó la importancia de aplicar esta norma en este contexto económico, “no podemos mirar más para los costados en esta difícil situación económica”, agregó.

La presentación de la propuesta legislativa se llevó a cabo en el salón Eva Perón del Senado de la Nación y contó con la presencia de la presidenta de la Banca de la Mujer, senadora por San Luis Eugenia Catalfamo (Unidad Ciudadana); la presidenta de la Comisión de Mujeres y Diversidad de la Cámara de Diputados, Mónica Macha (FdT); la doctora en Economía, Mercedes D’Alessandro, la representante de la Asociación Civil Ecofeminita, Candelaria Botto; la secretaria de Mujeres Género y Diversidades de Salta, Itatí Carrique.

Qué es el “impuesto rosa”

El Impuesto Rosa o Pink Tax no es en realidad un impuesto, sino un sistema de fijación de precios discriminatorio sobre productos y servicios que se basan en el género. Este concepto nació en 1992 en EEUU por la Dirección de Asuntos del Consumidor, con el propósito de crear conciencia de la diferencia injustificada que pagan las mujeres en algunos productos. Según un informe reciente de Focus Market que relevó 515 puntos de venta en base a 14 productos, en el año 2022 la diferencia que pagan las mujeres respecto a los hombres es del 12% (en 2021, fue del 11%).