Habló por primera vez tras ser ratificado en su tercer mandato como presidente. Viaja a Moscú y quiere hablar con Volodimir Zelensky.

Mientras prepara un viaje a Moscú para intentar mediar en la guerra en Ucrania, el presidente chino, Xi Jinping, pidió este lunes convertir a las fuerzas armadas de su país “en una Gran Muralla de acero” para fortalecer la seguridad nacional.

“Debemos promover plenamente la modernización de la defensa nacional y las fuerzas armadas, y convertir a las fuerzas armadas populares en una Gran Muralla de acero que resguarde efectivamente los intereses de soberanía nacional, seguridad y desarrollo”, declaró Xi en su primer discurso tras ser confirmado en su histórico tercer mandato al frente del país.

Al hablar en la sesión de clausura de la Asamblea Popular Nacional (APN), máximo órgano legislativo del país, dijo que “la seguridad es el cimiento del desarrollo, mientras la estabilidad es un prerrequisito de la prosperidad”.

Xi Jinping planea una visita a Moscú la próxima semana para reunirse con Vladimir Putin, informó Reuters. Tras el viaje, quiere hablar con el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, según The Wall Street Journal, lo que alimenta las versiones de que China buscaría mediar en la guerra. El diálogo con el presidente ucraniano no sería presencial, sino telefónico.

Xi Jinping, el gobernante más poderoso de China desde Mao Tse Tung

Xi se convirtió en el gobernante más poderoso desde la época de Mao Tse Tung, cuando la Asasmblea Popular Nacional ratificó su continuación por otros cinco años como presidente del país.

A los 69 años, ya revalidó en octubre su puesto como secretario general del gobernante Partido Comunista (PCCh). De esa manera, reforzó su control absoluto sobre los tres pilares del régimen: el Estado, el Partido y el Ejército.

Xi Jinping saluda a los delegados de la Asamblea Popular Nacional (Foto: Noel Celis/Reuters)
Xi Jinping saluda a los delegados de la Asamblea Popular Nacional (Foto: Noel Celis/Reuters) Por: via REUTERS

El mandatario agradeció la designación a los miles de delegados en el Gran Salón del Pueblo de Beijing y prometió: “Voy a tomar las necesidades del país como mi misión, y los intereses del pueblo como mi medida”.

También llamó a consolidar la estabilidad en Hong Kong y a la reunificación con la isla de Taiwán, que Beijing considera parte de su territorio.

”La confianza del pueblo es la mayor fuerza que me impulsa, y también es una gran responsabilidad sobre mis hombros”, agregó.

”El gran rejuvenecimiento de la nación china entró en un proceso histórico irreversible”, sostuvo.